La jodía tía creyéndose más profesional que el fotografo en unos 15
En una tarde preciosa y adecuada para realizar el trabajo, dando un–PLANO AMPLIO- al panorama a utilizar en el Parque Mirador Norte, llega la quinceañera con un vestido blanco muy precioso y en un-PLANO DE DETALLE- observo un escote en sus pechos muy pronunciado.
Mientras estoy en espera para dar inicio a mi trabajo, la maquillista y una tía de la quinceañera dan los toques finales de rubor, sombras y pintalabios, ¡por fin¡ comienzo: realizando tomas en -PLANO AMERICANO- y entre cambio de posiciones y manos en las cinturas, la tía, la muy exigente quien por cuarta ocasión me interrumpe en menos de 5 minutos dice que esas poses están pasadas de modas y que debo hacer algo mas moderno, me detengo y respiro profundo, con mis ojos hago un plano de–PROFUNDIDAD DE CAMPO- de enojo y mal gusto; entre la quinceañera y la tía.
Prosigo y me voy a otra área del parque, tratando de alejarme un poco: en eso la jovencita se sintió mas relajada y de inmediato se puso coqueta y se soltó, cosa esta que me favoreció y de inmediato levanta la cabeza, estírate un poco, vista al horizonte, no te muevas, sonríe mas, y en un–PLANO GENERAL- cuando de repente escucho una voz (la jodia bruja) “su tía”, dice aguanta “fotero” que falta la corona.
La señora se quedó mirándome fijamente como un - PRIMER PRIMERISIMO PLANO- observando mi enojo, me pidió disculpa y prometió no interrumpir más. Aproximadamente luego de dos horas de trabajo y finalizando con algunas tomas de –MEDIO CUERPO- y de –PLANO ENTERO- la jovencita se notaba un poca cansada, decido finalizar y recoger los equipos; se me acerca la “tía” en tono bajo dice…¡mire señor; yo quiero que queden bonitas esas fotos! Porque ahí vienen los 15 de mi hija y de una vecina…
Por Raúl Adames
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