Acusan dominicano de asesinar ejecutiva de Google y corredora en Boston
NUEVA YORK._ Basándose en versiones de vecinos y conocidos que residen en la casa de varios apartamentos, donde fue arrestado un hispano en relación al homicidio de la ejecutiva de cuentas de Google en Nueva York y corredora Vanessa Marcotte, en agosto de 201|6 y que se identifica como Ángelo Colón Ortiz, con licencia y documentos de Puerto Rico, pero sin acento boricua, los investigadores que se trata de un dominicano usando documentos que no le corresponden.
El juez le impuso una fianza de $10 millones de dólares, y la fiscalía alegó que tiene familiares en Puerto Rico, por lo que es un alto riesgo de fuga.
Una de las versiones sostiene que el sospechoso, detenido en Worcester y acusado en la Corte Superior de Leominster, llegó en yola a Puerto Rico desde la República Dominicana, donde adquirió los documentos de algún boricua, obtuvo la licencia y de esa isla, cruzó a los Estados Unidos.
No habla inglés, mientras la mayoría de los puertorriqueños en Estados Unidos y en la isla, dominan ese idioma por la educación bilingüe que reciben en las escuelas.
La fiscalía y la policía adelantaron que el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, hacen una búsqueda con las huellas dactilares de Colón Ortiz para confirmar su identidad.
En los documentos que incluyen un acta de nacimiento de Puerto Rico, él figura como hijo de los señores Nelson Colón Ríos y Diana Ortiz Feliciano y nacido en Bayamón.
Actualmente, trabajaba como chofer en la empresa de entregas de paquetes y correspondencias Federal Express (FEDEX).
Las autoridades dijeron que Colón Ortiz, no es un inmigrante indocumentado, acorde con sus documentos y su abogado defensor, asegura que él es un ciudadano de los Estados Unidos.
La corredora, quien fue violada y asesinada cuando estaba visitando a sus familiares, estaba paseando en un área boscosa, donde el sospechoso la habría interceptado, la violó y la mató, según la acusación de la policía y los fiscales.
Colón Ortiz, de 31 años de edad, fue acusado ayer martes por la mañana en la Corte Superior del Distrito de Leomister de asalto agravado, agresión y asalto con intento de violación.
El breve procedimiento breve Colón Ortiz fue visto en público por primera vez desde su detención el sábado temprano.
El Fiscal Adjunto Jeffrey Travers de la oficina del fiscal de distrito de Worcester, dijo que espera que el sospechoso sea acusado por un Gran Jurado por la muerte de la corredora.
El imputado, se mantuvo detrás de una puerta durante la comparecencia ante el juez Mark Noonan y habló en español a través de un intérprete.
Su abogado, Edward P. Ryan Junior, dijo que Colón Ortiz se asustó y fue incapaz de entrar en la sala. El jurista confirmó que su cliente no habla inglés.
La corredora estaba visitando a su madre en el poblado de Princeton el domingo 7 de agosto de 2016, cuando y fue a dar un paseo. Ella planeaba regresar a la casa en el momento de dirigirse a Boston para abordar un autobús de vuelta a Nueva York, pero no había regresado a las 3:00 de la tarde, por lo su familia denunció la desaparición.
Su cuerpo fue encontrado más de siete horas más tarde, no muy lejos de la casa de su madre en la vía Brooks Road camino a la estación de autobuses.
Documentos de la corte indican que ella estaba semidesnuda, con sus pechos y la vagina expuestos. Había sufrido una fractura en la nariz el cadáver presentaba lesiones por aplastamiento de las estructuras que rodean la garganta, lo que según la autopsia, fue estrangulada.
El fiscal Travers, al pedir la alta fianza, dijo que el ADN de Colón Ortiz igualó las muestras tomadas de las uñas de la corredora y que un vehículo similar al usado por el sospechoso, fue visto en el área donde ella apareció muerta.
Una de alrededor 1.300 informaciones dadas a la Policía Estatal provino de un hombre que dijo a los investigadores que estuvo en la estación de Brooks Road haciendo un mandado el día que la corredora estaba paseando.
El supuesto testigo afirmó que vio una camioneta de color oscuro que describió como una Ford Escape con la capota puesta, dijo el fiscal adjunto.
El cuerpo de la víctima se encontraba cerca de donde el testigo vio el vehículo de Colón Ortiz.
El fiscal dijo que el iPhone de la muerta estaba apagado, desde alrededor de las 2:11 de la tarde.
Cuando la policía revisó el móvil del sospechoso, descubrió que su celular estaba en el área de la ruta de Princeton, donde fue muerta la corredora.
Policías estatales habían estado recogiendo muestras de ADN de muchos posibles sospechosos, y el patrullero Robert Parr había estado transportando algunas de esas muestras en marzo, cuando vio un hombre hispano conduciendo un SUV de color oscuro en Worcester y anotó el número de matrícula en su mano.
El 16 de marzo, él y otros dos investigadores fueron a la casa de Colón Ortiz y, de acuerdo con documentos de la corte, habló con él y voluntariamente proporcionó una muestra de ADN.
El sospechoso le dijo a la policía que él no había tenido contacto físico con la víctima.
Presuntamente les dijo a los investigadores que trabajaba para FEDEX y que su ruta lo llevó a Princeton y otras ciudades del área durante su turno de 4:00 de la madrugada a 11:00 de la mañana.
El fiscal dijo que el acusado tiene una licencia de conducir emitida en Puerto Rico en 2014 y no tiene una orden de detención de la Policía Inmigración y Aduanas (ICE).
La policía estatal y las autoridades federales están investigando la identidad real de este acusado, dijo el fiscal al juez.
Después de la audiencia, el abogado defensor dijo a la prensa que el sospechoso tiene una esposa y dos hijos biológicos. Dijo que algunos miembros de la familia estaban en la corte en apoyo del acusado.
El abogado dijo empero, que no puede decir si su cliente entendió para qué se le pidió una muestra de ADN. Añadió que su cliente no tiene antecedentes penales en absoluto.
El defensor agregó que los registros de teléfonos celulares son siempre sospechosos y el móvil pudo haber estado allí, eso no quiere decir que su cliente estaba ahí.
El jurista dijo que su corazón está con la familia de la corredora muerta y no puede imaginar su pérdida.
Por Miguel Cruz Tejada
De Nuevo Diario
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