Las dificultades del maestro por su carente sueldo en la RD
Por Víctor Suárez
Antes de amanecer el día, el maestro está de pie frente a la cama. Un café para marcharse, a veces nada, una tiza, un borrador y a la habitual batalla.
Yo me pregunto: ¿que come un maestro? ¿Como viste? ¿Como y donde vive un profesor con un salario que sobrepasa el límite de la miseria? ¿Como sobrevive? ¡Como se acostumbra un ser humano a la carencia! ¿Que puede enseñar una persona que lleva su mente ocupada con la necesidad? Creo que también lo que instruye es su propia insuficiencia.
Aterra esa pasividad del maestro ante su situación económica, esa actitud que a todos hace creer que están viviendo en la opulencia, en techo propio, que al parecer tienen la tecnología y las herramientas a mano, para hacer un trabajo con excelencia, para limar el entendimiento de los alumnos. No luchan, no exigen el derecho a vivir como maestros de verdad.
Los discípulos caen en la mano del maestro como un papel en blanco y de lo mucho que debe traer el experto en su caja de conocimiento, se llenará ese cerebro cándido, pero, como la carencia es generalizada en el maestro, eso es lo que se transferirá al pupilo, y esa insuficiencia será arrastrada el resto de la vida, en esos que buscando la verdad completa, y sólo encuentran una realidad a media en un maestro poco tecnificado y poco ilustrado.
El artículo no está completo, para verlo enteramente entre a http://www.victorsuarezdelaceiba.blogspot.com/
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