Línea eléctrica de alta tensión genera miedo y preocupación

Los residentes en el corredor por donde pasará esta línea, de 69 mil voltios, que incluso pasaría por encima de un colegio con centenares de niños y adolescentes, sienten que su salud, tranquilidad y propiedades están seriamente amenazadas por las consecuencias negativas de esta instalación en la zona.

 

La línea saldría de la subestación Hache de la John F. Kennedy hacia la calle Pepillo Salcedo, bordea el Estadio Quisqueya y entra por la calle Euclides Morillo pasando la calle Bienvenido García Gautier, para llegar a la plaza pasando cerca de residenciales, obviamente quitándoles valor, dañando las aceras y obligando a los peatones, discapacitados e invidentes a tirarse al medio de la calle, poniendo en peligro su vida.

Decenas de familias residentes en los ensanches Kennedy, La Fe y Arroyo Hondo Viejo, siente miedo, preocupación, peligro y temor por la amenaza que representa para su vida y su salud, Una Línea Eléctrica De Alta Tensión, a cargo de la empresa que hace las instalaciones en el Centro Comercial Ikea actualmente en construcción, en la Av. John F. Kennedy.

 

Las personas residentes en estas zonas, no entienden como una empresa del prestigio y tamaño de Ikea, internacionalmente comprometida con el respeto a las leyes y normas relacionadas con el medio ambiente y la salud humana, esté permitiendo este tipo de violación a los derechos ciudadanos.

 

La empresa C y T Diseño y Montaje Eléctricos S. A, que está a cargo de estas instalaciones, que mediante procedimientos no claros, solicitó y obtuvo aprobación del Ing. Angel Segura, Director de Transito y Movilidad Urbana del Ayuntamiento del Distrito Nacional, no ha tomado en cuenta las objeciones y oposición de los residentes afectados.

Esta línea eléctrica de alta tensión sobre una zona debidamente poblada tendría un impacto negativo sobre la salud y la seguridad de las personas, que además de contaminar el ambiente, cambiaría la estética del entorno, daña las aceras y pone en peligro a los peatones que caminan por las aceras.

 

Los residentes en esta zona hacen un llamado a las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional, a los miembros de la Sala Capitular,  a las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y a la opinión pública, evitar que finalmente se materialice este instalación, por las graves consecuencias que generará a la población.