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Le pasó a una amiga

Le pasó a una amiga

Por Ana Rossmily

Señores esto esta color de hormiga, yo insisto cuando suban a su vehiculo pongan seguros y dejen la organizadora de cartera, agenda y pintadera de labios. Móntense, pongan seguros y váyanse, no se distraigan para nada...las mujeres somos victimas mas fáciles para estos maleantes, informen a hermanas, novias, esposas, relacionados

 

Hola amigos, soy Patricia Cruz y les voy a contar lo que me sucedió el viernes pasado, para que tengan cuidado al montarse en su vehículo.

 

El viernes 01 de Agosto a las 10:00 pm, salí de mi casa para reunirme con unos compañeros a celebrar.

 

Bajé las escaleras y salí de la casa, porque tenía mi vehículo parqueado afuera. No había ninguna persona caminando por la calle, y solo vi un carro marca Volks Wagen que se retiraba en otra dirección. Yo abrí la puerta de mi jeepeta, me monté y no habían pasado ni 10 segundos cuando un carro se me estaciona al lado, sale un tipo, y se sienta junto a mí, en el asiento del pasajero; por un instante pensé que era mi hermano, pero al mirarlo y escucharle decir tranquilamente ’arranca’, me di cuenta que estaba en

peligro.

Yo, asustada, abrí mi puerta para salir corriendo y justo ahí, me detiene otro tipo, con una pistola en la mano, que me tapa la boca y me dice ’shhhh, estate quieta’ y me empuja para que no pueda salir. Luego, otro extraño se sienta en la parte trasera del vehículo (ya son 3 tipos).

 

Llena de miedo, lo único que se me ocurrió fue hacer ruido para que algún vecino me escuche y puedan venir a ayudarme, así que comencé a gritar y tocar la bocina desesperadamente.

 

El tipo que me tiene agarrada con el arma insiste en que me calle y me quede quieta, pero lo único que pensaba hacer era seguir gritando y tocando la bocina.

 

El tipo sentado en el asiento del pasajero estaba tratando de quitar un bastón que tenía puesto (de los que se agarran del tablero), pero nunca pudo quitarlo. Desesperada, le dije al tipo que me tenía agarrada que se lleve la jeepeta y me deje en paz, pero el me dijo: ’No!, montate y callate la boca!’ mientras me volvía a empujar para que me entrara al vehículo...

 

En eso, pude escuchar a mi hermana gritar desde mi casa, poco tiempo después vi que se acercaban unos vecinos, y los tipos se montaron corriendo en el vehículo en que andaban.

 

Mi hermana no podía verme, y pensó que ellos me montaron en su carro, así que se les paró enfrente y le tiró al carro lo primero que vio (la tapa de un zafacón). Yo le grité a mi hermana que se quitara del medio.

Los delincuentes aceleraron y se fueron, por poco y se la llevan por delante.  Nadie pudo alcanzarlos ni anotar la placa del carro en que andaban. Era un Toyota Corolla, color rojo vino. El conductor nunca salió y por los nervios, no recuerdo los rostros de los maleantes, lo que sí recuerdo es que eran jóvenes de edades entre 21-26 años.

 

Gracias a Dios, el asunto no pasó a mayores y me encuentro bien. Pensé que me habían robado el celular y la llave de la jeepeta y de la casa, pero los encontré un poco más tarde. Lo único que sí se llevaron, fue un billete de $500.00 pesos que tenía en el portavasos.

 

Estoy consciente de que, quizás, la manera en que reaccioné no es la más recomendable, y más aún si los atacantes están armados, pero en estas situaciones los nervios te dominan y uno nunca sabe como actuar. Creí que me iban a disparar por mi rebeldía, pero también pensé, que si de todos modos me iban a disparar o a matar, era mejor que lo hicieran cerca de mi casa para que haya tiempo de reaccionar o, al menos, de agarrarlos.

 

Tal vez, si me hubiese sucedido en un lugar mas solitario, las cosas hubiesen sido muy diferentes ahora, y no quiero ni imaginar lo que me habría pasado.

 

Les paso mi testimonio para que tengan cuidado, y nunca dejen de tomar medidas de seguridad, yo siempre le pongo los seguros a las puertas al sentarme, pero esta vez no lo hice de inmediato, y lo que menos tenía en mi cabeza era que algo así me iba a pasar, (y menos justo al lado de mi casa).

 

Ningún lugar es seguro actualmente y la delincuencia está insoportable en Santo Domingo.

 

Esta experienca no se la deseo a nadie, y la única palabra que describe como me siento es MIEDO, a cada rato me llegan flashes del suceso, sueño con eso todas las noches, y a cada extraño que veo o cada ruido que escucho en mi casa, pienso que es un ladrón.

 

Señores tengan mucho cuidado y den gracias a Dios de que no le ha pasado nada!!!

 

Gracias!

 

Patricia Cruz Lapaix

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