Espectadores narran decapitación haitiano
Algunos mozalbetes del populoso sector capitalino de Buenos Aires, de Herrera, narran el espeluznante y dantesco drama de la decapitación con un hacha de un haitiano que el día anterior había decapitado a su patrón, el maestro de construcción Pascual De León Lara, como consecuencia de maltrato y una deuda pendiente por el cuidado de un conuco en la comunidad de Bayona.
Por las calles de Buenos Aires todavía se exhiben fotocopias en papel full color la cabeza por un lado y el cuerpo degollado del ciudadano haitiano, extraídas de los celulares de los espectadores que presenciaron la masacre del pasado sábado.
De acuerdo a los datos suministrados a este diario digital, el haitiano Carlos Nerilus, sembró y atendía desde hace un tiempo unos predios agrícolas, pero su patrón lo habría vendido a otra persona, que le hacia presiones al extranjero para que abandonara el área, hasta que la acción degeneró en la decapitación del maestro.
Amparado en que se mantenga en el anonimato sus nombres, los mozalbetes y adultos que presenciaron el horrendo crimen, cuentan que los familiares del dominicano se trasladaron en una jeepeta al sector de Los Alcarrizos, en donde ubicaron al haitiano Carlos Nerilus, a quien torturaron y amarraron para interrogarlos sobre la muerte del también decapitado dominicano, maestro de construcción, Pascual De León Lara, tras presumir que en la muerte de su pariente habrían participados otros nacionales haitianos.
En el trayecto de Los Alcarrizos hacia el barrio de Buenos Aires el haitiano confesó que había sido él solo quien decapitó al dominicano por una deuda y los maltratos en su contra.
Tras la confesión, el haitiano había sido apuñalado dentro de la jeepeta en una pierna, luego el vehiculo que traslado al victimario, se detuvo en la calle México, de Buenos Aires, distante a dos cuadra donde eran velados los restos Pascual.
Los ocupantes de la jeepeta procedieron a realizar una llamada telefónica a través de un celular a una persona que viajaba en un motor, a los fines de que bajara hasta el velatorio del maestro de construcción y se percatara de que el área estaba despejada de autoridades policiales.
Ante los datos suministrados por el motorista, la jeepeta se parco frente a la residencia de la calle 12 con tercera, donde era velado Pascual De León Lara, bajaron al haitiano amaniatado con una soga en sus manos, le dieron un tiro en una pierna hasta caer al suelo, sacaron un hacha afilada que cargaban en el vehiculo y propinaron un primer hachazo en el cráneo, un segundo golpe de hacha en el hombro derecho y otro en el izquierdo hasta que la cabeza rodó hasta un contén de la calle 12, del populoso sector de Buenos Aires, Herrera.
Mientras una multitud, incluyendo niños, observaba la decapitación en medio de algarabía y fílmicas con celulares de la dantesca y satánica venganza que ejecutaba la familia De León Lara.
Todavía la barriada capitalina no se repone de la escena que parece ser sacada de una película de terror, pues muchos jovenzuelos dominicanos que acudieron a presenciar el caso revelan que llegaron a sus viviendas con temblores en sus rodillas, otros lloraban ante espeluznante crimen a plena tarde y frente al velatorio del también decapitado maestro de construcción Rusbert de León Lara (Ningo), hermano del dominicano asesinado el viernes, lo que provocó el acto de venganza por parte de familiares y vecinos al día siguiente, seria entregado a las autoridades policiales en las próximas horas.
Mientras haitianos residentes en la barriada han estado congregando todos estos días en los entornos donde se vivieron horas de angustias y consternación que afecta a ambos países vecinos, República Dominicana y Haití.
Miembros de la guarnición de la Policía Nacional del populoso sector de Buenos Aires, ubicado al Oeste de la capital dominicana, vigilan la zona por temor a un enfrentamiento entre haitianos y dominicanos, en donde viven cientos de nacionales de Haití.
Cargo de secuestro, asesinato y tortura
Los dominicanos que decapitaron con un hacha al haitiano Carlos Nerilus, en el sector de Buenos Aires, Herrera, encabezado por Rusbert de León Lara, podrían enfrentar penas máximas de 30 años de prisión ante los tribunales de la República, bajo los cargos de secuestro, asesinato premeditado, con asechanza y alevosía.
El crimen fue perpetrado en represalia por la decapitación, un día antes, del dominicano León Lara en el barrio de Bayona, acción que ha determinado que autoridades de Haití hayan solicitado a la comunidad internacional colocar la República Dominicana en la lista negra de los Estados implicados en la violación sistemática de los derechos más elementales.
El presidente del Senado de Haití, Kelly Bastien, pide la Gobierno dominicano garantizar que "en esta ocasión los responsables del hecho serán llevados a los tribunales para que respondan por sus actos".
La decapitación de un haitiano ha creado tensiones entre Haití y la República Dominicana hasta el punto que los legisladores de Haití han pedido que el gobierno de su país llame a Puerto Príncipe al embajador haitiano en República Dominicana, Fritz Cinéas.
.Mientras el diputado Pierre Jérôme Valciné, presidente de la comisión de derechos humanos de la cámara baja, denuncia "las prácticas del Estado dominicano de violar los derechos de los haitianos que viven en su territorio".
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