Moriré sin olvidar la mirada dulce de mi niña Ramonita que pedía un regalo por Día de Reyes

Niños en barrios pobres aún esperan regalos

A pesar de que se han portado bien, han sido obedientes, educados y colaboradores, miles de niños y niñas de barrios marginales quedaron frustrados porque los Reyes Magos no le dejaron sus regalos.

 

Esos niños y niñas han sido testigos de las dificultades económicas de sus padres, ya que quedaron sin trabajo a mitad del pasado año y por lo tanto no tenían dinero para comprar juguetes para sus niños.  Se trata de infantes de padres pobres, quienes tradicionalmente cortaban yerbas para ponerlas debajo de sus camas para que los Reyes Magos le dejasen sus regalos anhelados.

 

A pesar de que los Derechos de la Infancia, Organización de las Naciones Unidas, UNICEF, ACNUR y otros tantos organismos internacionales que fueron creados para su protección, nada hicieron para que los niños y las niñas recibieran sus obsequios.

 

Algunos padres, consideran como horrible pensar que las vidas de los niños llenas de miserias no son más que el resultado lógico del capitalismo brutal que llevan a cabo los mezquinos señores del mundo, que a la postre sirven su solidaridad en plato vacío.

 

Entienden que tristemente, la mayoría de los niños y las niñas no recibieron sus dávidas con motivo de los Santos Reyes. Juan Antonio Rodríguez, un hombre de 40 años de edad, que desde hace 20 años dedica su tiempo a buscar materiales vendibles en el basurero de Rafey, afirmó: "moriré sin olvidar la mirada dulce de la niña Ramonita, su hija a la cual todos los años les hacía su regalo, pero este año no pudo hacerlo".

 

“Ella tiene 8 años de edad, y durante todo el día de los Reyes Magos se mantuvo mirándome a espera de su acostumbrado regalo” dijo Rodríguez.  Afirma que los adultos no debemos olvidar que detrás de la magia de esta noche también hay infancias robadas. Celebremos este día sin olvidar ni un momento que tenemos miles de niños y niñas sin su acostumbrado obsequio de Reyes y para padres como yo es una “vergüenza”, resaltó el buzo Juan Antonio Rodríguez.