Un blog inventado
Sandy de la Rosa
Llevo tiempo dándole vueltas a un tema. Dentro de lo que son los blogs, tenemos los que son corporativos, los blogs comerciales, los blogs personales…
Una tendencia medianamente reciente hace posible que existan blogs que yo llamo “inventados” porque están escritos, presuntamente, por un objeto, o por un producto, y cuentan una historia que puede ser imaginaria.
Por ejemplo, el Blog de un Hotel.
El miércoles en el Bebelón de la calle 37 casi esquina Nicolás de Ovando, tuve la ocasión de conocer un poco de las opiniones que tienen su peso de valor, por un lado Rubén opinaba que este tipo de blogs buscan un beneficio “oculto” (o no tan oculto), mientras que Henry lo veía con buenos ojos, un proyecto interesante.
Aparte de que fue una cosa breve (algo que sucede fácilmente en los Bebederos y más cuando todo el mundo quiere hablar o con uno o con otro: P) tampoco quiero hablar de esos temas ahora. Normalmente tendemos a pensar que los blogs tienen que tener un fin, contar temas más o menos personales, transmitir opiniones por un tubo, ganar dinero (…).
Mil cosas. Cierto todo ello. Sin embargo, la idea de hacer un blog que no sirva para nada más que para contar historias, hiladas, con un protagonista inventado, me atrae. Será porque soy un escritor pretendido, frustrado y cobarde (porque nunca me decidí a comprobar con hechos si soy capaz de escribir o no), pero la idea de que “el blog organice por mi una historia”, con sus capítulos cronológicamente dispuestos es muy atractiva para mi. Es que además de todo, soy un vago y un cómodo.
Esta entrada puede parecer algo caótica, pero es como una sesión de ideas para ver si me decido a hacer algo que tengo latente en mi cabeza, que no me atrevo a hacer, que me lío…
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