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Cuando un colega se va

Cuando un colega se va

Por CÁNDIDA FIGUEREO

Máximo Díaz vestía siempre de manera impecable, usualmente formal,  lo que combinado con su excelente dicción lo hacía lucir peculiar en momento en que andar con saco y corbata no era tan frecuente en el fascinante oficio periodístico.

Era oriundo de la provincia de  Monte Plata, pero le conocí  en el   periódico Ultima Hora donde laboramos, y luego fuimos compañeros de faena en el área ejecutiva del Listín Diario. 

Fue en el periódico Listín Diario donde aquilaté más su personalidad y su don solidario, aunque pasamos mayor tiempo laborando en el gratamente recordado Ultima Hora.

Al llegar al Listín Diario, Máximo Díaz me dio un trato de hermana. Incluso me llamó la atención su sana deferencia, exenta de mezquindad. Entonces recordé que los buenos son mayoría y él era uno de los tantos en este quehacer del diarismo.

Máximo era millón de leguas más ducho que yo en este ejercicio y me dio una serie de sanos consejos para que saliera a flote de la faena diaria en el periódico. Y seguí sus consejos.

De ahí  que me entristece su ausencia resultante de un infarto. Hacía tiempo que no veía a Máximo y jamás pensé verle en una funeraria. Esta profesión tiene un símil  con las olas del mar, pero aún en la distancia sigue vigente el aprecio y respeto por personas tan valiosas.

Con el permiso del argentino Alberto Cortez, dedico a Máximo Díaz algunos párrafo de la canción cuando un amigo se va, sustituyendo la palabra amigo por la de colega.

Cuando un colega se va una estrella se ha perdido la que ilumina el lugar

donde hay un niño dormido. Cuando un colega se va queda un terreno baldío que quiere el tiempo llenar con las piedras del hastío.

Cuando un colega se va se queda un árbol caído que ya no vuelve a brotar

porque el viento lo ha vencido.

Cuando un colega se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar

la llegada de otro amigo. Amén.

2 comentarios

Vicente Sobrevela Aguado -

Es uno de los mejores homenajes que se le puede hacer al colega Máximo. Que acertado comentario, que dice mucho, no solo del hoy fallecido colega, sino de ti que hablas desde la humildad en favor del colega fallecido. Felicidades para ti Cándida y paz para el siempre recordado Máximo.

Tony Arias -

Candida completamente de acuerdo contigo, Maximo tenia un ojo clínico para ver las cualidades en las personas y sobre todo un don de gente para sacarla a relucir sin mezquindad, un hombre justo a la hora de valorar tu trabajo. Por eso se que papa Dios sera justo con él